¿Por qué el cadáver del Papa Juan XXIII es todo un misterio?
Tras 40 años, el cuerpo parece estar intacto y muchos piensan que es un milagro. ¿Cuál es la verdad tras el misterio?
Por: superlike.com
Angelo Giuseppe Roncalli, el Papa italiano Juan XXIII, fue sepultado debajo de la Basílica de San Pedro en la Ciudad del Vaticano en 1963. Luego de más de 40 años, el cuerpo fue exhumado y para muchos fue un milagro descubrir que estaba intacto, parecía que el tiempo no le hubiera pasado.
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Este Papa logró llevarse el título de ‘Papa bueno’, debido a que, para muchos, fue un hombre humilde, atento, decidido, valiente y sencillo. Aunque su periodo como cabeza de la iglesia católica fue más corto de lo esperado, logró dejar huella en su llagada tras la muerte de Pío XII a finales de la década de los 50.
Tras cuatro años como Papa, Juan XXIII adquirió un cáncer de estómago que, aunque pudo haber sido intervenido quirúrgicamente, él decidió no operar y esperar con tranquilidad el día de su muerte.
A sus 81 años, el pontífice falleció en junio de 1963 y un mes antes había hecho pública su enfermedad a los feligreses.
El misterio detrás de su cadáver intacto
Cuatro décadas después de su sepultura, en el 2001, el Vaticano decidió reubicar sus restos en un altar de la basílica para que los devotos tuvieran un contacto cercano con él. El hecho que impresionó a muchos fue que el cuerpo estaba intacto cuando los operarios abrieron el ataúd.
“Pudimos ver una vez más los contornos de un rostro que todos amamos, los contornos que ni la muerte pudo borrar, los mismos contornos presentes en la máscara mortuoria que fue hecha […] Ninguna parte del cuerpo se había descompuesto. Fue como si hubiera muerto ayer. Parecía tranquilo. Su boca estaba ligeramente abierta” aseguró el cardenal Virgilio Noe tras los hechos.
¿Milagro o ciencia?
La iglesia aclaró de inmediato que no se trataba de un milagro sino de una especie de experimento que han venido haciendo con todos los cuerpos de los papas y que funcionó, por primera vez, con este Papa, pues lo que buscaba el vaticano era mantener estos cuerpos para la posteridad.
