Gimnasios bajo la lupa: las máquinas de ejercicio pueden tener más bacterias que un inodoro
Según la investigación, las pesas utilizadas en estos espacios albergan hasta 362 veces más bacterias que un asiento de inodoro.
Un reciente estudio ha encendido las alertas sobre la higiene en los gimnasios, al revelar que los equipos de entrenamiento pueden contener niveles sorprendentemente altos de bacterias.
Estudio revela altos niveles de bacterias en los equipos de gimnasio
Y es que, según una investigación desarrollada por la plataforma especializada FitRated, las pesas utilizadas en estos espacios albergan hasta 362 veces más bacterias que un asiento de inodoro, lo cual ha generado preocupación entre especialistas en salud y usuarios que frecuentan estos lugares.
El análisis comparó diferentes máquinas de ejercicio con objetos de uso común, arrojando resultados alarmantes. Las bicicletas estáticas, por ejemplo, presentaron una carga bacteriana 39 veces mayor que una bandeja reutilizable de cantina, mientras que las cintas de correr superaron en niveles de contaminación a un grifo de baño público.
Más allá de cuantificar la presencia de estos microorganismos, el estudio también identificó los tipos de bacterias presentes en los equipos. Dos grupos en particular fueron destacados por su potencial riesgo para la salud: los cocos grampositivos y los bacilos gramnegativos.
Los cocos grampositivos, comúnmente hallados en superficies de contacto frecuente, son conocidos por su capacidad de provocar infecciones cutáneas que pueden ir desde irritaciones leves hasta abscesos severos. El entorno húmedo, cálido y con constante fricción del gimnasio, se convierte en un espacio ideal para su desarrollo.
Gimnasios en alerta: las pesas pueden tener más bacterias que un inodoro, según estudio
Por otro lado, los bacilos gramnegativos representan una amenaza mayor, debido a que algunos de ellos son resistentes a los antibióticos. Este tipo de bacterias puede provocar infecciones más complejas, como las del tracto urinario o incluso neumonía, lo que eleva la preocupación médica.
A pesar de este panorama, los especialistas coinciden en que el riesgo puede minimizarse significativamente con simples acciones de higiene. Limpiar los equipos antes y después de cada uso, utilizar toallas personales y desinfectantes, así como fomentar políticas sanitarias en los gimnasios, son medidas eficaces para evitar contagios.
Este estudio resalta la necesidad de tomar conciencia sobre la limpieza en los espacios deportivos y recuerda que la prevención sigue siendo la mejor herramienta para cuidar la salud en entornos compartidos.
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